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Línea 988: un nuevo recurso para las crisis de salud mental

La nueva línea nacional de atención al suicida en EE. UU., que ha ampliado su enfoque para ayudar a quienes llaman distintas emergencias de salud mental, se lanza el 16 de julio.

A partir del sábado, las personas que experimenten angustia mental en Estados Unidos podrán marcar solo tres números para comunicarse con la Línea Nacional de Prevención del Suicidio.

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Cualquier persona en Estados Unidos puede enviar un mensaje de texto o llamar al 988 para ponerse en contacto con consejeros capacitados que pueden ayudarles a hacer frente a una emergencia de salud mental, y dirigirlos a recursos adicionales para recibir tratamiento en materia de salud mental y el uso de sustancias.

El actual número 1-800 de Lifeline sigue funcionando, pero el servicio se ha renovado y ahora tendrá más capacidad de responder a los problemas generales de salud mental y a la angustia emocional, así como a las crisis de suicidio.

A continuación te explicamos por qué es tan importante el nuevo número de teléfono y lo que debes saber sobre la ampliación del enfoque de la línea de ayuda enfocada como un “911” para la salud mental.

En 2005, la Administración de Salud Mental y Abuso de Sustancias de EE. UU. puso en marcha la primera línea telefónica de prevención del suicidio, el 1-800-273-8255. La gente todavía puede utilizar ese número para comunicarse con la Línea de Vida, llamada Lifeline en inglés, pero a los expertos les preocupaba que los 11 dígitos fueran engorrosos de recordar durante una crisis y que muy pocas personas conocieran el servicio.

  • Dig deeper into the moment.

“Es un número nuevo, pero no es un servicio nuevo”, dijo John Draper, director ejecutivo de la Lifeline y ejecutivo de Vibrant Emotional Health, una organización sin fines de lucro con sede en Nueva York, que administra la Lifeline.

El nuevo número 988 pretende ofrecer una forma más sencilla de obtener atención de emergencia y ayudar a los usuarios a acceder a una red ampliada de profesionales de la salud mental.

Los empleados y voluntarios que atienden la línea de atención 24 horas serán asesores especializados. En algunos estados, también podrán poner en contacto a las personas que llamen con los equipos de crisis locales.

La línea se denominará 988 Suicide and Crisis Lifeline (Línea de vida para el suicidio y la crisis), para resaltar que el servicio está destinado a las personas que experimentan una crisis de salud mental de cualquier tipo, no solamente a las que tienen pensamientos suicidas.

Cualquier persona que tenga un problema de salud mental o de consumo de sustancias puede llamar al 988. Los asesores del otro lado de la línea telefónica están capacitados para manejar una amplia gama de problemas de salud mental, incluyendo las autolesiones, la adicción y los pensamientos suicidas, dijo Hannah Wesolowski, jefa de promoción de la Alianza Nacional de Enfermedades Mentales.

“Si alguien ha pasado por un acontecimiento traumático y está teniendo dificultades para procesarlo —y hay acontecimientos traumáticos que ocurren en todo el país— este es un lugar al que acudir”, dijo.

También puedes llamar en nombre de otra persona. Los consejeros pueden ofrecer orientación para ayudar a un amigo o a un ser querido que esté atravesando una emergencia de salud mental, y los expertos aconsejan que la gente se ponga en contacto con ellos, especialmente si un ser querido revela un plan para hacerse daño.

Aunque algunas personas que enfrentan dificultades para lidiar con problemas de salud mental pueden pensar que su problema no es lo suficientemente grave como para justificar el uso de la línea directa, los expertos dicen que cualquiera que piense que puede necesitar ayuda debería llamar.

“Si no estás seguro, llama”, dijo Robert Trestman, presidente del Consejo de Sistemas de Salud y Financiación de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría.

Lo ideal es que, cuando alguien llame al 988, se le comunique primero con uno de los 200 centros de llamadas locales, que pueden ayudarle a ponerse en contacto con los recursos de su comunidad o enviar servicios de emergencia si es necesario. Si esos centros de llamadas están ocupados, la persona que llama será dirigida automáticamente a un centro nacional de apoyo.

No todos los estados han creado equipos de crisis locales que puedan responder a una emergencia de salud mental, aunque hay un impulso para que más zonas del país adopten un modelo como el de la Línea de Crisis y Acceso de Georgia, dijo Wesolowski, que permite a los empleados de la línea de atención concertar citas para las personas que llaman con proveedores de salud mental de la comunidad.

Pero las personas que llaman en todo Estados Unidos pueden ponerse en contacto con un consejero simplemente llamando al 988.

“Tener una oportunidad anónima de hablar con alguien que sabe de lo que habla, que no se asusta cuando dices: ‘No sé qué hacer, estoy pensando en hacerme daño’, es una opción extraordinaria”, dijo Trestman.

Los asesores hablan hasta la raíz de la angustia de una persona, ya sea por enfermedad, pérdida de trabajo o tensión familiar, por ejemplo. Ayudan a las personas que llaman a desarrollar una “hoja de ruta”, dijo Draper, con los pasos concretos que deben dar después de colgar, incluida la reflexión sobre a quién más pueden acudir en busca de ayuda, como un terapeuta o un miembro del clero.

Si bien la duración de las llamadas varía, suelen durar entre 15 y 20 minutos, según Draper.

“Cuando una persona se encuentra en un estado de crisis, está tan abrumada por el dolor psíquico que experimenta que le resulta muy difícil ver todas las opciones y poner en marcha algunos de sus mecanismos naturales de afrontamiento”, explica Draper. Los consejeros pueden ayudar a “reunir algunos de esos recursos internos”, dijo.

En caso de emergencia, por ejemplo, si la persona que llama requiere atención médica, el 988 colaborará con la policía local o los hospitales para enviar los servicios. Aparte de eso, las llamadas son anónimas. “Es el mismo tipo de confidencialidad que tendrías en la consulta de un médico o de un terapeuta”, dijo Draper.

En los meses previos a la puesta en marcha del nuevo número, The New York Times y otros medios de comunicación han informado de los temores que existen sobre la posibilidad de que los centros de llamadas no sean capaces de satisfacer la demanda, en parte debido a la insuficiencia de fondos y en parte por la escasez de voluntarios para atender la línea.

Sin embargo, los responsables del 988 dicen que confían en que el servicio pueda proporcionar una atención crítica.

“¿Significa eso que nunca va a haber esperas?”, dijo Draper. “No puedo prometerlo. Pero sí puedo prometer que si esperas, al final recibirás una respuesta de un consejero que te va a escuchar y se va a preocupar por tu situación”.

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