
De acuerdo con los datos, los investigadores calcularon que alrededor del 45% de las muestras de agua del grifo en todo el país podrían contener al menos una forma de PFAS.
Un estudio gubernamental publicado el miércoles reveló que el agua potable de casi la mitad de los grifos en Estados Unidos contiene "sustancias químicas para siempre" que pueden causar cáncer y otros problemas de salud. Los compuestos sintéticos conocidos como PFAS están contaminando el agua potable en diferentes niveles, tanto en grandes ciudades como en pueblos pequeños, así como en pozos privados y sistemas públicos, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
Los investigadores describieron este estudio como el primer esfuerzo a nivel nacional para analizar la presencia de PFAS en el agua del grifo proveniente de fuentes privadas, además de las fuentes reguladas. Este estudio se basa en hallazgos científicos previos que demuestran que estas sustancias químicas están ampliamente extendidas y se encuentran en productos de consumo tan diversos como sartenes antiadherentes, envases de alimentos y ropa resistente al agua, y que se filtran en los suministros de agua.
Dado que el Servicio Geológico de Estados Unidos es una agencia de investigación científica, el informe no contiene recomendaciones de políticas. Sin embargo, la información "puede utilizarse para evaluar el riesgo de exposición e informar decisiones sobre si desea o no tratar su agua potable, analizarla o obtener más información de su estado" sobre la situación local, según la autora principal Kelly Smalling, hidróloga investigadora.
En marzo, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos propuso los primeros límites federales para seis formas de PFAS, o sustancias per- y polifluoradas, las cuales permanecen en el cuerpo humano durante años y no se degradan en el medio ambiente. Se espera una decisión final para finales de este año o en 2024.
Sin embargo, el gobierno no ha prohibido a las empresas que utilizan estos productos químicos verterlos en los sistemas públicos de aguas residuales, según afirmó Scott Faber, vicepresidente senior del Grupo de Trabajo Ambiental, una organización defensora del medio ambiente. "Deberíamos abordar este problema desde su origen, en lugar de poner un semáforo después del accidente", señaló. "Deberíamos exigir a los contaminadores que traten sus propios desechos".
Estudios en animales de laboratorio han encontrado posibles vínculos entre los compuestos PFAS y algunos tipos de cáncer, como el de riñón y testicular, además de problemas como la presión arterial alta y el bajo peso al nacer.
Normalmente, los programas federales y estatales miden la exposición a contaminantes como los PFAS en plantas de tratamiento de agua o en pozos de aguas subterráneas que las abastecen. En contraste, el informe del Servicio Geológico de Estados Unidos se basó en muestras de grifos en 716 ubicaciones, incluyendo 447 que dependían de suministros públicos y 269 que utilizaban pozos privados.
Las muestras se tomaron entre 2016 y 2021 en una variedad de lugares, principalmente viviendas, pero también algunas escuelas y oficinas. Se incluyeron áreas protegidas como parques nacionales, zonas residenciales y rurales sin fuentes identificadas de PFAS, y centros urbanos con industrias o sitios de residuos conocidos por generar PFAS.
La mayoría de los grifos se muestrearon solo una vez, mientras que en tres de ellos se tomaron muestras varias veces durante un período de tres meses, y los resultados apenas variaron, según indicó Smalling.
Los científicos analizaron 32 compuestos PFAS, la mayoría de los que son detectables con los métodos disponibles. Se estima que existen miles de otros compuestos, pero no se pueden detectar con la tecnología actual, explicó Smalling.
Los tipos de PFAS que se encontraron con más frecuencia fueron el PFBS, el PFHxS y el PFOA. También se encontró con frecuencia el PFOS, uno de los más comunes en todo el país.
En las muestras positivas se encontraron hasta nueve variedades de PFAS, aunque la mayoría estaban cerca de dos. La concentración mediana fue de alrededor de siete partes por billón para los 32 tipos de PFAS, aunque para el PFOA y el PFOS fue de aproximadamente cuatro partes por billón, el límite propuesto por la EPA para estos dos compuestos.
Las exposiciones más altas se encontraron en ciudades y cerca de posibles fuentes de estos compuestos, especialmente en la costa este, los centros urbanos de los Grandes Lagos y las Grandes Llanuras, y el centro y sur de California. Muchas de las pruebas, principalmente en áreas rurales, no detectaron la presencia de PFAS.
Basándose en los datos recopilados, los investigadores estimaron que al menos una forma de PFAS podría encontrarse en aproximadamente el 45% de las muestras de agua potable en todo el país.
El estudio destaca la importancia de que los usuarios de pozos privados analicen su agua en busca de PFAS y consideren la instalación